13 Tips de Neuro-Ciencia para utilizar mejor el cerebro en el trabajo

Las ciencias cognitivas han avanzado de forma espectacular estos últimos años y, a día de hoy, somos capaces de
entender algunos mecanismos clave del funcionamiento del cerebro.
Estos conocimientos tienen una aplicación directa sobre entorno laboral y la gestión del personal para quién sabe
usarlos de forma inteligente. A continuación os doy algunos consejos sobre qué hacer para potenciar el cerebro, y por tanto el potencial de los
equipos y su rendimiento en el trabajo.
 Estimular la dopamina en sus colaboradores:
El circuito de la recompensa, alojado en varias partes del cerebro, libera dopamina. Esta “hormona del placer”, que
en origen era secretada para gratificar acciones de supervivencia, también existe en ciertas situaciones de trabajo,
como por ejemplo cuando se hace responsable a un trabajador de una tarea que tendrá que cumplir de forma
autónoma.
Darle la certeza de que tiene un papel en un proyecto estimula la secreción de dopamina, multiplicando así su
creatividad y su sentimiento de pertenencia.
 Favorecer el desarrollo del cerebro social:
El Homo Sapiens es el único superviviente de la rama de los homínidos porque descubrió la noción de interacción
social. La empatía y la compasión le han permitido desarrollar sus capacidades de cooperación.
Para favorecer la empatía en el entorno laboral, hay que privilegiar encuentros no-virtuales. Es importante mantener
contacto visual, ya que es imprescindible para crear relación y descodificar sus intenciones (amigo/enemigo,
agresivo o bienintencionado, etc). Las reuniones en la máquina de café tienen su papel en el funcionamiento óptimodel grupo…
 Conectar las neuronas del equipo
Un ejercicio de Brainstorming, Sobre todo si reviste una forma lúdica, es una forma estupenda de estimular las
conexiones neuronales.
Todo el arte consiste en dejar a los cerebros que piensen juntos, ya que está científicamente demostrado que se
relacionan entre sí. A modo de ejemplo, cuando dos músicos tocan juntos, sus electro-encefalógramas demuestran
que sus cerebros se sincronizan.
 Estimular el hipocampo
Una de las formas de estimular la producción de dopamina consiste en jugar, o dar una dimensión lúdica a las tareas
repetitivas del día a día (por ejemplo, anunciar los resultados del equipo como un comentarista deportivo). Permite
aumentar notablemente la productividad del equipo, ya que la dopamina generada por el circuito de recompensa
tiene como particularidad “precalentar” el hipocampo, sede de la memoria, lo cual aumenta la capacidad de
aprendizaje.
Para favorecer la producción del precioso neurotransmisor y aumentar la eficiencia del equipo, basta con romper la
rutina. Una reunión fuera de la oficina, un reto, un seminario al aire libre, bastan para dar a sus equipos un chute de
dopamina, que es el carburante de la motivación.
 “Cambiar” de cerebro
El cerebro se puede remodelar durante toda la vida. Cuanto más joven, mayor es su plasticidad, pero podemos crear
nuevas conexiones cerebrales hasta nuestro último día.
Aprender cosas nuevas y repetirlas permite crear nuevas sinapsis. Cuanto más se repite el ejercicio, más se
consolidan los nuevos circuitos, y acaban siendo permanentes. Dos horas de ejercicios repetidos son suficientes parafabricar nuevas sinapsis.
El verdadero reto está en mantenerlas en el tiempo. La mejor forma de hacerlo es integrar paulatinamente nueva
información en formas variadas y repitiéndola en intervalos regulares.
 Pasar al modo adaptativo
Nuestro cerebro está dotado de 2 funciones neurológicas: el modo automático (situado en el cerebro límbico,
controla las tareas repetitivas, como conducir, andar…) y el modo adaptativo. Pilotado en el córtex prefrontal, sirve
en la toma de decisiones. Esta zona del cerebro, sede de la razón y el análisis, es clave en la resolución de problemas,
la gestión de un imprevisto, un conflicto o una emergencia.
Para desconectarse del modo automático y pasar al modo adaptativo, basta con tomar sólo unos segundos de
reflexión, en vez de ceder al primer impulso. Este micro-descanso permite al cerebro bascular de un modo al otro y
nos da muchas más posibilidades de encontrar la solución adecuada.
 Adoptar una postura ganadora
La posición del cuerpo influye el cerebro. Estudios han comprobado que auto-condicionarse a la victoria adoptando
una postura de vencedor podría reducir hasta un 25% el nivel de cortisol (hormona del estrés).
Así que pecho fuera, levantar los brazos como si hubiera ganado una carrera, darse golpes en los pectorales cual
Tarzán o empezar el día con un “haka” como los jugadores de rugby neo-zelandeses, que cada uno encuentre su
postura de vencedor!
 Otorgarse momentos de “nada” mental
Un buen manager también debe aprender a soltar presión y tomar descansos cortos, beneficiosos para sí mismo y
para los demás.
Durante una pausa, bostezar o mirar por la ventana en vez de las notificaciones del móvil aumenta la eficiencia
cognitiva. Según varios estudios, esas pausas activan la “red por defecto” del cerebro, un estado de vigilia capaz de
absorber la carga mental que ralentiza nuestra capacidad de raciocinio. Es como dar un pequeño paso para saltar
más lejos…
 No tener miedo al tigre dientes de sable
Nuestro cerebro da más importancia a reproches o palabras negativas que a cumplidos.
Se trata de un mecanismo arcaico heredado de nuestros ancestros de las cavernas que da la prioridad al circuito de
la amenaza para poder reaccionar rápido en caso de peligro. Hoy en día, ya no existen los tigres dientes de sable,
pero nuestro cerebro sigue identificando un reproche o un comentario negativo como un potencial peligro.
Por esta razón, concluir una ristra de cumplidos con una nota negativa es contra-productivo, porque ésta será la quequede en el cerebro de sus colaboradores. Quiere agradecer a su equipo? Hágalo sinceramente y no se sienta
obligado a hablar del “pero”…
 Cuidar el circuito de la amenaza
“Eres un inútil.” Este tipo de frase, típica de estilos de management autoritario, activan el llamado “circuito de la
amenaza”, situado en la amígdala. El cortisol, hormona del estrés, se dispara e inhibe las secreciones de dopamina y
serotonina.
Activar el circuito de amenaza bloquea el de la recompensa, motor cerebral del compromiso y la motivación.
Es uno o el otro, no funcionan los dos a la vez.
Por tanto, prohibir las actitudes tiránicas es un pre-requisito para motivar a un equipo.
 Descifrar el cerebro neo-límbico
La neurociencia define el “temperamento” como “un conjunto de motivaciones profundas e incondicionales que soncapaces de despertar en un individuo un comportamiento positivo”.
Cada persona tiene almacenados en el cerebro neo-límbico 3 o 4 temperamentos, y cada uno de ellos, al ser
satisfecho, provoca un intenso placer. Cuando el individuo moviliza esos temperamentos (o talentos escondidos), es
menos vulnerable al fracaso.
Para usar el máximo potencial de uno mismo y de miembros de su equipo, hay que apoyarse en esos
“temperamentos”: observe lo que hacen de forma espontánea y sin obligación. Por ejemplo, relacionarse con otros,
retar a los demás, analizar, cuidar el detalle, buscar el sentido de las cosas.
Y luego rételes con tareas que apelen a su temperamento.
 Mantener un nivel adecuado de glucosa
El cerebro consume mucha energía. Incluso cuando no hacemos nada, consume alrededor del 70% del flujo
sanguíneo. Las neuronas necesitan oxígeno y glucosa para funcionar.
Por eso se recomienda alimentarse de ácidos grasos y glúcidos complejos, beber mucho y practicar ejercicio de
intensidad media (andar, correr, nadar, montar e bici) unas 3 veces por semana
 Evitar el calambre de cerebro
¿Sabe porque una charla TED dura de media entre 10 y 12 minutos? Porque es el tiempo medio de atención
humana. Debido al consumo de energía requerido por el cerebro, especialmente cuando se concentra en una tarea
difícil, las funciones cognitivas tienden a disminuir después de 10 o 15 minutos. Pasado este tiempo, hay que despertar la emoción de sus oyentes con algo sorprendente, un chiste, etc…
Al agotarse, el cerebro produce ácido láctico (sí, el mismo que los calambres musculares!), que degradan su
funcionamiento.
De allí la necesidad de hacer pausas de forma regular y de dormir correctamente. La falta de sueño reparador tiene
consecuencias directas y rápidas sobre el funcionamiento óptimo del cerebro. Estudios realizados con soldados que
manipulan material delicado han concluido que después de una noche de insomnio, pierden un 30% de sus
capacidades cognitivas, y un 60% al día siguiente si la segunda noche tampoco han descansado bien. Otro estudio dela NASA revela que una siesta de 26 minutos mejora el rendimiento de los pilotos en un 24%.
Dormir, ¡hay que tomárselo en serio!

Espero que todos estos consejos os sean útiles. Saludos,
Estelle Gatinaud
Coach de Transformación